[Click here to go back to World Challenge Pulpit Series multilingual site] Manteniendo el gozo del Seor (Maintaining the Joy of the Lord) ------------------------------------------------------------------------ Texto en Archivo + ndice de Sermones en Espaol + Capilla + Subscripciones + Copyright ------------------------------------------------------------------------ Por David Wilkerson 24 de julio del 2000 __________ "El gozo de Jehov es vuestra fortaleza." (Neh. 8:10). En el tiempo que estas palabras fueron proclamadas, los israelitas acababan de regresar de su cautiverio en Babilonia. Bajo el liderazgo de Esdras y Nehemas, el pueblo haba reconstruido las murallas de Jerusaln. Y ahora haban puesto sus miras en reconstruir el templo y restaurar la nacin. En ese momento, Nehemas convoc una reunin especial en la plaza que est delante de la puerta de las Aguas, dentro de las murallas reconstruidas de Jerusaln. ". . . y se junt todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que est delante de la puerta de las Aguas." (Neh. 8:1). Haba 42,360 Israelitas presentes en esta reunin. Junto a ellos estaban 7,300 sirvientes, incluyendo 245 cantores. En total, cerca de 50,000 personas estaban all reunidas. Lo primero que se hizo fue predicar la palabra de Dios. Dice la Escritura que el pueblo estaba hambriento por or la palabra: "...y dijeron a Esdras el escriba que trajese el libro de la ley de Moiss... Y el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la congregacin, as de hombres como de mujeres y de todos los que podan entender." (8:1-2). No hubo necesidad de obligar la palabra de Dios en este pueblo. Este pueblo tena hambre por la palabra de Dios. Y estaban dispuestos a someterse a la autoridad de la palabra de Dios. Deseaban ser gobernados por ella, y que sus vidas se amoldaran a su verdad. Sorprendentemente, Esdras predic a esta muchedumbre por espacio de cinco a seis horas - "desde el alba hasta el medioda." (8:3). Y nadie se fij en la hora. "...Y los odos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley." (8:3). Este pueblo estaba cautivado totalmente por la palabra de Dios. Que escena increble! Simplemente, hoy en da, no se ve esto en ninguna iglesia americana. Sin embargo, te digo, que el verdadero avivamiento no se podr alcanzar si no est presente el hambre que se consume por la palabra de Dios. De hecho, cuando el pueblo de Dios se cansa de or la predicacin de la palabra de Dios, la muerte espiritual comienza - y el gozo del Seor se va. Puede que hayas odo la frase "catadores de sermones." Esta frase tiene ms de 200 aos, y se origin en Londres, alrededor del 1800. En esa poca, el gran predicador C. H. Spurgeon predicaba todos los domingos en el Tabernculo Metropolitano como a 5,000 personas. Al otro lado de la ciudad, Joseph Parker tambin predicada mensajes ungidos. Y en diferentes partes de Londres, otros pastores predicaban profundos, profticos y reveladores sermones. Y vino a ser como un deporte entre los ricos londinenses montarse en sus carruajes e ir de iglesia en iglesia a or los sermones de estos predicadores. Todos los lunes en el parlamento haba reuniones para discutir los sermones y decidir quin haba dado el mejor sermn y la ms profunda revelacin. Estas personas se sealaban como "catadores de mensajes." Queran reclamar para ellos las nuevas revelaciones y verdades que escuchaban. Pero pocos de ellos practicaban lo que oan. En la puerta de las Aguas de Jerusaln, sin embargo, no haba predicacin elocuente ni sermones sensacionales. Esdras predicaba por horas directamente de las Escrituras, leyendo por horas al parecer interminables. Y a medida que el pueblo escuchaba la palabra de Dios, se emocionaba. A veces Esdras estaba tan emocionado por la palabra que se detena para "bendecir al Seor, el gran Dios". La gloria del Seor descendi poderosamente, y todos levantaron sus manos para alabar a Dios: "Y todo el pueblo respondi: Amn! Amn! Alzando sus manos." (8:6). A medida que lean algunos pasajes especficos: "se humillaron, y adoraron a Jehov inclinados a tierra." (8:6)]. El pueblo se humill y se quebrant ante Dios en arrepentimiento. Luego de un rato, se volvieron a poner en pie para continuar oyendo la palabra de Dios. Por favor, noten, que esta reunin no inclua historias para levantar la atencin del pueblo. No haba manipulacin desde el plpito ni dramticos testimonios. No haba ni tan siquiera msica. Sencillamente, este pueblo solo tena odos para escuchar todo lo que Dios tena que decirle. Creo que el Seor desea moverse entre su pueblo hoy en da de la misma manera. Y veo su Espritu movindose en las iglesias que tienen hambre por su palabra. Y tambin veo en iglesias parte de la congregacin constantemente mirando el reloj antes del sermn. Entonces, cuando el pastor da el "Amn" final, comienza el desalojo del templo en una loca carrera por llegar al estacionamiento lo ms pronto posible. En esa iglesia no hay verdadero gozo. As que, cmo esperamos que pecadores en necesidad deseen ser parte de ella? El avivamiento que vimos en Nehemas 8 requiere un pastor que est entregado y movido por las Escrituras como Esdras lo fue. Y tambin requiere a un pueblo que este ansioso de escuchar la palabra de Dios y obedecerla. Ni an el predicador ms consagrado puede "mover" a una congregacin acomodada si sta no tiene hambre por or la verdad de Dios. ------------------------------- El resultado de la poderosa predicacin fue una ola de quebranto entre los oidores. ------------------------------- Medio da de predicacin no fue suficiente para los hambrientos israelitas. Queran ms de la palabra de Dios. As que formaron grupos, con diecisiete ancianos en adicin a Esdras, para estudiar la palabra el resto de da. Ellos hacan entender al pueblo la ley: "...Y lean en el libro de la ley de Dios claramente, y ponan el sentido, de modo que entendiesen la lectura." (Neh. 8:7-8). A medida que el pueblo asimilaba la ley de Dios, empezaron a gemir por sus pecados. Todo el pueblo llor cuando oyeron las palabras de la ley (8:9). Imagnate esta escena: 50,000 personas esparcidas en el terreno abierto, gimiendo por sus pecados al unsono. Como un martillo, Dios haba quebrantado su orgullo. Y ahora, el eco de sus gemidos se oa por sobre las montaas. Te pregunto: es esto lo que sucede durante el avivamiento? Es la palabra tan penetrante y poderosa que hace que las personas caigan de rodillas, llorando y arrepintindose ante Dios? Yo he vivido estas santas reuniones. Cuando era un nio, mi familia iba a campamentos en "Aguas Vivientes" en Pennsylvania. La segunda venida de Cristo se predicada con tanto poder y autoridad, que todos estaban convencidos que Cristo regresara en una hora. Un temor santo invada a los hermanos que caan sobre sus rostros. Muchos lloraban, como si sus vidas estuvieran aguantadas de un hilo para no caer al infierno, quebrantadas, apenadas por el pecado. A veces, la palabra de Dios se predicaba todo el da y avanzaba la noche. Temprano al otro da, an se podan ver hermanos postrados en el saln de las oraciones, gimiendo por sus pecados. Inclusive algunos tuvieron que cargarlos fuera del saln. Fue en una de esas noches que el Seor me llam a predicar a la edad de ocho aos. Estuve en el Espritu por horas, quebrantado y llorando, mientras que la palabra viva de Dios inundaba mi corazn. El regreso de Cristo arda dentro de m como una eminente realidad. Nunca olvidar esa maravillosa experiencia. Sin embargo, por ms gloriosas que fueron estas experiencias - tanto en "Aguas Vivientes" en Pennsylvania, como en la plaza de Aguas en Jerusaln siglos atrs - ninguna de ellas puede atraer a pecadores a la casa de Dios. Imagnese una persona inconversa tratando de enfrentarse a las tensiones de la vida. Tiene problemas maritales, est herido y confundido, y cree que su vida no tiene significado. Esa persona no tiene gozo, est disgustada con la vida. Y nada de lo que haga va a satisfacer a su sedienta alma. Est convencido de que no puede seguir el da sin tomarse unos tragos de licor. Si llevas a este hombre a un servicio en una iglesia donde la congregacin esta postrada, gimiendo por sus pecados, l no entendera lo que estara sucediendo. De hecho, lo que posiblemente suceda sera que l se fuera ms deprimido de lo que lleg. Tenemos que entender - que el avivamiento en Jerusaln no era para pecadores. Era estrictamente para los hijos descarriados de Dios. De la misma manera, muy pocas personas inconversas asistan al campamento "Aguas Vivientes" de Pennsylvania. En ambos casos, el Seor estaba tratando de restaurar a sus hijos--libertarlos de la corrupcin, bautizarlos con gozo y darle fortaleza. El testimonio de Dios no es que su pueblo este postrado con la cabeza en tierra y llorando ros de lgrimas. No, el testimonio que l quiere mostrar en su pueblo es de gozo - genuino y duradero gozo. "El gozo de Jehov es vuestra fuerza." (Neh. 8:10). Este gozo, que es el resultado de las enseanzas bblicas y del verdadero arrepentimiento, trae verdadera fortaleza al pueblo de Dios y atrae a los pecadores a su casa. La mayora de los cristianos nunca asocian el gozo con el arrepentimiento. Pero el arrepentimiento es en realidad la madre de todo gozo en Jess. Sin l no puede haber gozo. Sin embargo, cualquier creyente o congregacin que camina en arrepentimiento ser inundado con el gozo del Seor. ------------------------------- Lo que falta en miles de iglesias hoy en da es lo que ms necesita el perdido: el gozo genuino que satisface el alma. ------------------------------- Muchas veces escucho a cristianos decir: "estamos orando para que venga un avivamiento en nuestra iglesia." Pero yo digo que esto no viene solamente por oracin. No podr haber tal avivamiento a menos que el pastor y la congregacin muestren "hambre" por la palabra de Dios. Y deben comprometer totalmente sus vidas a ser gobernadas por las Escrituras. Sencillamente, no podemos obtener el gozo celestial hasta que la palabra nos haya convencido de pecado, rompiendo las barreras del orgullo, de los prejuicios y de la falsa dignidad. Cuando David desobedeci, l perdi el gozo del Seor. Y el gozo slo poda ser restaurado por el verdadero arrepentimiento. As que l or: "Lvame ms y ms de mi maldad, y lmpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones. Y mi pecado est siempre delant% de m. Purifcame." (Sal. 51:2-3, 7). David tambin or para restaurar lo que haba perdido: "Vulveme el gozo de tu salvacin..." (Sal.51:12). Creo que esto explica el manto mortal que pende sobre muchas iglesias hoy en da. En otras palabras, hay pecado. Y es imposible mantener el gozo del Seor si el pecado est presente. Cmo es posible que el Espritu Santo pueda derramar gozo en un pueblo que continua perseverando en el adulterio, en adicciones y cosas materiales y viviendo perdidamente? El Seor se llev su gloria de Silo porque el sumo sacerdote El rehus eliminar el pecado en la casa de Dios. El se acostumbr a la vida fcil - y si t eres adicto al placer, no estars motivado a exponer el pecado. Finalmente, Dios escribi la palabra "Icabod" sobre la puerta del santuario - que significa: "La gloria se ha apartado". Entonces us a Silo como ejemplo de lo que le pasa a una iglesia cuando esta ignora el pecado. La gloria de Dios - incluyendo la alegra y el gozo - se disipa tanto en el individuo como en el cuerpo corporativo. ------------------------------- Donde la palabra de Dios es reverenciada, el resultado inevitable es un derramamiento genuino del "gozo de Jess". ------------------------------- Esdras le dijo a la multitud: "Ustedes han estado entusiasmados con la palabra de Dios - hambrientos por ella, amndola, permitiendo que penetre en su corazn. Se han arrepentido, llorado y entristecido - y Dios se ha complacido contigo. Pero lleg el tiempo de regocijarse. Saca tu pauelo y seca tus lgrimas. Este es el tiempo para gran gozo y alegra." La gloria del Seor descendi sobre Israel y el pueblo pas los prximos siete das regocijndose: "Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, y a obsequiar porciones, y a gozar de grande alegra, porque haban entendido las palabras que les haban enseado." (Neh. 8:12). La palabra hebrea para "alegra" aqu significa regocijo, gozo, jbilo, contento. Esta clase de alegra no es tan slo el sentirse bien, sino que un gozo interior, una exuberancia profunda. Esa expresin de gozo puede que se vea diferente en cada uno de nosotros, porque toma lugar bien adentro de nosotros. Pero es claro para los que estn alrededor de nosotros que nuestro genuino gozo viene del cielo. Cada vez que Israel se volva al pecado y a la idolatra, el Seor les quitaba su gozo: "Har cesar todo su gozo..." (Os. 2:11). "Y har que desaparezca de entre ellos la voz de gozo y la voz de alegra, la voz de desposado y la voz de desposada, ruido de molino y luz de lmpara. Toda esta tierra ser puesta en ruinas y en espanto." (Jer. 25:10-11). "Todo el gozo se obscureci, se desterr la alegra de la tierra." (Isaas 24:11). A veces, Israel pretenda un gozo falso para tratar de cubrir sus pecados. Esto lo vemos con frecuencia en muchas iglesias hoy da. Podemos ser testigos de cnticos, danzas, manifestaciones, alabanzas en alta voz - pero aquellos que aman la palabra de Dios pueden discernir si es cierto o es falso. Puedes recordar el clamor de Israel cuando bailaban alrededor del becerro de oro. Cuando Josu oy el clamor del pueblo que gritaba dijo: "Alarido de pelea hay en el campamento." (Ex. 32:17). Pero Moiss respondi: "No es voz de alaridos de fuertes, ni voz de alaridos de dbiles; voz de cantar oigo yo..." (Ex. 32:18). Moiss estaba diciendo: este es alarido de un pueblo que an est en esclavitud. Ellos no han dominado su pecado. El oro ha venido a ser el dios de Israel, y ha trado gritos a los labios del pueblo. Sin embargo, eran gritos de falso gozo - el alarido que sealaba el juicio eminente de Dios. Una vez prediqu en una iglesia bien grande llena de este tipo de ruido. Durante la alabanza, el pastor y el organista agitaban a la congregacin a alabar. La congregacin estuvo ms de una hora cantando y aplaudiendo. Despus de un rato, yo me sent fsicamente enfermo. Or: "Seor, aqu sucede algo malo. As no cantan los que han dominado sus pecados." Un ao ms tarde, se descubri que tanto el pastor como el organista eran homosexuales. Sin embargo, la congregacin nunca pudo discernir la verdad de sus lderes porque no estaban arraigados en la palabra de Dios. Haban seguido el ruido que aparentemente era de gozo pero los llevaba a la destruccin. Cuando comenzamos en la iglesia de Times Square en el 1987, enseguida nos dimos cuenta que estbamos pastoreando una iglesia moderna tipo de la de Corinto. Y tuvimos que predicar un mensaje fuerte que expusiera todo pecado. A nuestros servicios venan muchos cristianos que trabajaban en el mundo del entretenimiento - en el teatro, TV y el cine. Estos alababan en voz alta - pero en algunos casos no haba sinceridad. Algunos prefirieron quedarse en carreras que deshonraban al Seor trabajando en obras y espectculos que blasfemaban a Dios. A veces nos preguntbamos si sera posible para nosotros evangelizar a los incrdulos del mundo del espectculo cuando en nuestra congregacin haban tantos envueltos en este malvolo negocio. Finalmente, decidimos que no podamos tolerar esta situacin. De manera que predicamos la santa separacin y el Seor comenz a trabajar con la congregacin. Muchos de ellos abandonaron la lucrativa carrera en el entretenimiento, y Dios los bendijo maravillosamente. Hoy da, uno que era actor pastorea una iglesia en Jerusaln, predicando a Cristo en el Monte Carmelo. An los que vestan como mujeres asistan a la iglesia vestidos as. Nunca le dijimos nada que los desanimara, pero el Espritu Santo se encarg de ellos. Muchos fueron salvos y su apariencia cambi. Algunos hasta se dejaron barba en seal de arrepentimiento. Tuvimos que enfrentarnos a otros graves problemas entre el pueblo. Muchos homosexuales queran cantar en el coro. Msicos que tocaban en los bares queran tocar en la orquesta. Tuvimos que predicar y aplicar la ley para tratar con el pecado, pero lo hicimos con misericordia. Tuvimos que bregar con el pecado en nuestro propio personal. Descubrimos que uno de nuestros msicos estaba visitando teatros donde se exhiban pelculas "X" despus que sala de la iglesia. Y uno de los miembros del grupo de alabanza un hombre blanco- vociferaba: "Cualquier negro que trate de limpiar el cristal de mi carro, va a recibir un puo en el rostro." Ese hombre fue dejado fuera del grupo inmediatamente. Tambin bregamos con decepciones y desilusiones en nuestra congregacin. Un hombre casado me dijo que crea que el Seor le iba a quitar la mujer. Y me dijo que ya el Seor le haba revelado la mujer de la congregacin con la cual se iba a casar. Yo le dije claramente que ese tipo de revelacin no era de Dios. Seguimos predicando santidad semana tras semana. Y a veces nuestros sermones alejan a la gente del templo. Pero an, el Seor ha mantenido un remanente fiel para l, los que aman su Palabra. En cada servicio, estos estaban hambrientos como pequeos pajaritos, con sus bocas bien abiertas para recibir el alimento. Luego se llevan a su casa las cintas grabadas con los sermones para volverlos a or una y otra vez. Vimos en ellos espritu de arrepentimiento, el anhelo de obedecer, y la disponibilidad de cumplir con la palabra de Dios. Una pareja rica nos llam a la oficina y nos dijo: "Por favor, enven su camin con algunos trabajadores. Queremos sacar de nuestro hogar la barra y todas las bebidas, as como los televisores para botarlos." A medida que las personas cayeron bajo el poder y el gobierno de la palabra de Dios, fueron invadidas por el gozo. Los servicios comenzaron a ser llenos con algo ms que lgrimas de arrepentimiento. De pronto, el santuario fue estremecido con alaridos de victoria, regocijo, jbilo y jovialidad. Hubo gran regocijo - porque comenzamos a entender la gran verdad en la palabra de Dios. ------------------------------- Para mantener el gozo del Seor, Dios requiere una obra ms profunda, del Espritu. ------------------------------- Dios oy el gemido de los israelitas, y mostr misericordia para ellos. l cambi su llanto en alegra permitiendo que ellos cantaran y se regocijaran. Y ahora l los llam para que se congregaran para otra asamblea. Si el gozo de Israel iba a ser mantenido - si no se iba a perder otra vez - Dios tena que escarbar ms profundo. Ciertas reas en las vidas del pueblo todava no estaban de acuerdo a su palabra. Y sin embargo, Dios haba permitido que todos se regocijaran por una temporada, porque l quera que ellos supieran que tenan seguridad. Ahora, en este estado de aceptacin y gozo, l le pidi a ellos que se comprometieran a tener una mayor separacin del mundo. Dios le dijo a estas almas gozosas: "Estoy bien complacido con ustedes. Ustedes han honrado mi palabra - arrepintindose de sus pecados, regocijndose en mi misericordia y prometindome obediencia. Ahora es el tiempo de ustedes actuar en mi amor. Yo quiero que se separen totalmente - que se desliguen completamente de las influencias mundanas que han invadido sus corazones y hogares." Como pueden ver, mientras los israelitas estuvieron en cautiverio, se sintieron cmodos con los paganos, adoptando su idioma y costumbres. Hombres israelitas se casaron con mujeres paganas y mujeres israelitas compraron maridos paganos por medio de dotes. Los israelitas tambin permitieron que cosas paganas vinieran a ser parte de la alabanza en la casa de Dios. Amados, no podemos llenarnos de Cristo si no continuamos aumentando nuestra separacin de este mundo. Si no venimos a ser ms celestiales y menos como los que nos rodean, poco a poco perderemos todo el gozo de nuestro arrepentimiento. Israel no quera perder su gran espritu de regocijo. As que se congregaron otra vez para obedecer a Dios en este asunto: "Y ya se haba apartado la descendencia de Israel de todos los extranjeros; y estando en pie, confesaron sus pecados, y las iniquidades de sus padres." (Neh. 9:2). Ellos se reunieron para protestar y jurar que andaran en la ley de Dios... y que no daran sus hijas a los pueblos de la tierra ni tomaran sus hijas para sus hijos. (Neh. 10:29-30). Este remanente de Israel tambin se le haba olvidado diezmar. Ahora Dios tambin demandaba esto de ellos. Ustedes pueden preguntarse: "En realidad Dios retendr el gozo y la alegra de una iglesia si estos no estn diezmando?" Los refiero a Malaquas 3:8-10: "Robar el hombre a Dios? Pues vosotros me habis robado. Y dijisteis: En qu te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldicin, porque vosotros, la nacin toda, me habis robado. Traed todos los diezmos al alfol y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, si no os abrir las ventanas de los cielos, y derramare sobre vosotros bendicin hasta que sobreabunde." Dios le estaba diciendo a Israel: "No me sigan robando. Si ustedes obedecen mi mandamiento de diezmar, te derramar tantas bendiciones que no tendrs donde acomodarlas." El pueblo prometi: "que traeramos tambin las primicias de nuestras masas, y nuestras ofrendas, y el fruto de todo rbol... y el diezmo de nuestra tierra para los levitas; y que los levitas recibiran las dcimas de nuestras labores en todas las ciudades." (Neh. 10:37). ------------------------------- La promesa de Dios de derramar bendiciones del cielo est vigente para nosotros hoy da. ------------------------------- Cuando disponemos nuestro corazn para obedecer la palabra de Dios - permitiendo que su Espritu exponga y mortifique todos los pecados en nuestras vidas - el Seor mismo permite que nos regocijemos. "... y se regocijaron, porque Dios los haba recreado con grande contentamiento." (Neh. 12:43). Creo que este derramamiento de bendiciones incluye abundante gozo an en medio de nuestras tribulaciones. El Seor abre el cielo y nos bautiza con el "gozo de Jess" con gritos, regocijo y cnticos - sin importar nuestras circunstancias. Nehemas le record a un Israel lleno de gozo, de como Dios le provey a sus antepasados cuando estaban en el desierto. El Seor derram sobre ellos mltiples misericordias. Le instruy por su Espritu y los gui por medio de la nube y la columna de fuego. Y sobrenaturalmente, provey man y agua. Y milagrosamente, no permiti que sus vestidos ni zapatos se gastaran. (ver Neh. 9:19-21). Qu te parecen estas bendiciones? Mltiples misericordias, instrucciones claras, el Espritu de Dios ensendote, todas tus necesidades fsicas y espirituales suplidas - esto para m es maravilloso. Y de hecho, todas estas bendiciones son ciertas para nosotros hoy da. El Seor, en su gran misericordia, ha prometido suplirlas todas a su pueblo. Sin embargo, an podemos escoger vivir en el desierto, como Israel escogi. Nehemas le seal que sus antepasados se revelaron en contra del Seor, ignorando su ley: "Pero te provocaron a ira, y se rebelaron contra ti, y echaron tu ley tras sus espaldas... Les soportaste por muchos aos... pero no escucharon." (Neh. 9:26, 30). Puedes imaginarte la terrible muerte espiritual que estas personas se trajeron as mismas? Cuarenta aos de sbados sin gozo ni alegra. Cuarenta aos de entierros sin tan siquiera haber entrado en la tierra prometida. Estos Israelitas eran ricos en bendiciones, en bienes, no necesitando nada - pero tibios en espritu. Este es el retrato de Jehov, el proveedor - el Dios que fielmente provee para su pueblo, an cuando estos estn endurecidos a su palabra. Los Israelitas se haban cansado de las cosas de Dios. Slo simulaban estar en l. En su misericordia, el Seor continuaba dirigiendo sus asuntos diarios y proveyndoles. Pero este pueblo nunca entrara en su plenitud. No fue asombroso que sus ropas y zapatos nunca se gastaran? Ellos, simplemente, no iban para ninguna parte. Esta es la triste situacin de muchas iglesias hoy da. Dios puede tener misericordia con una congregacin - liberarla de deudas, dirigirla a buenas obras, suplirle financiamiento para nueva construccin. Y sin embargo esa iglesia se mantiene en un desierto espiritual, sin ir nunca a ninguna parte. Pueden disfrutar parte de las bendiciones - lo suficiente para no morir de la sed - pero se mantienen dbiles y agotados y listos para morir. Y todo esto porque an estn enfocados en las cosas del mundo. No tienen espritu, no tienen vida. Puesto en palabras sencillas, slo el gozo del Seor nos suple con la verdadera fortaleza. Podemos hablar todo lo que queramos acerca de los diez - o veinte aos de nuestro caminar con Cristo. Podemos mostrar nuestro manto de justicia o rectitud. Pero si no permitimos que el Espritu Santo mantenga el gozo del Seor en nuestros corazones - si no estamos continuamente hambrientos por su palabra - entonces estamos perdiendo el fuego del Seor. Y no estaremos preparados para lo que viene sobre este mundo en estos ltimos das. Cmo mantenemos el gozo del Seor? Lo hacemos de la misma manera que lo obtuvimos al principio: Primero, amemos, honremos y tengamos hambre por su palabra. Segundo, caminemos en arrepentimiento continuamente. Y tercero, nos desligamos de toda influencia mundanal. As es que una persona espiritual o una iglesia espiritual mantiene el "gozo de Jess" - regocijndose siempre, lleno de alegra y jbilo. --- Usado con permiso por World Challenge, P. O. Box 260, Lindale, TX 75771, USA. 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