[Click here to go back to Times Square Church Pulpit Series multilingual site] Dios de nuestros monstruos (God of Our Monsters) ------------------------------------------------------------------------ Texto en Archivo + Índice de Sermones en Español + Capilla + Subscripciones + Copyright ------------------------------------------------------------------------ Por David Wilkerson 8 de marzo de 2004 __________ Cualquier discusión sobre el sufrimiento y pruebas debe comenzar con el creyente mas agitado, afligido y desesperado de todos los tiempos. El hombre al que me refiero era un siervo recto, fiel, amante de Dios, dedicado a la oración y la adoración. Pero cuando la tristeza y los problemas abrumaron su vida, este mismo hombre comenzó a sonar como un ateo. En la misma cima de su sufrimiento, este siervo concluye lo siguiente: “Ni aun si lo invocara y él me respondiera, creería yo que ha escuchado mi voz. Porque él me quebranta con tempestad, aumenta sin causa mis heridas. Por supuesto, la persona que estoy describiendo es Job (ver Job 9:16-17). Aquí tenemos un hombre que había perdido todo lo de valor para él: su familia, su salud, su buena voluntad, sus posesiones, su esperanza. La declaración de Job acerca de Dios en el pasaje mencionado arriba es tan solo una de muchas quejas desesperantes que este pobre hombre hizo mientras sus horribles dolores se multiplicaban. Para empeorar el asunto para Job, todas sus calamidades vinieron sobre el repentinamente, en un día. Job declaró: “y no me concede que tome aliento, sino que me llena de amarguras.” (9:18). Después, en su momento de profunda desesperación, Job también declaró: “…Él se ríe del sufrimiento de los inocentes.” (9:23). En tantas palabras, Job estaba diciendo, “No vale la pena ser santo o caminar rectamente. Dios trata a los malos y a los puros de la misma manera. Los dos sufrimos. Así que, ¿para qué luchar por ser recto? “Yo amaba a Dios con todo mi corazón. Yo era un hombre de oración, recto y honesto. Yo era bueno y compasivo, cuidando de los pobres y vistiendo al desnudo. Y yo era un creyente dedicado y arrepentido. Crié a mis hijos en el más alto temor del Señor. “No le importo a nadie. Y nadie puede aconsejarme o consolarme. No tengo a un intercesor en mi esquina. O por favor, que Dios quite esta vara de mi espalda. Que deje de aterrorizarme. Todos estos desastres me están abrumando. Si el Señor esta obrando en estas cosas, te aseguro que no lo veo. Mi vida parece un chiste y Dios se esta mofando de mi en todas mis tristezas.” Lo que voy a decir te puede sorprender. Es sencillamente esto: El ejemplo de Job debe ser un gran consuelo para todos nosotros. Ves, yo creo que Job representa al creyente de los últimos días quien pasara por intensas pruebas en los días venideros. Ciertamente, una multitud de cristianos temerosos de Dios van a enfrentar los mismos fuegos que Job experimentó. Y necesitamos el ejemplo de este hombre sufrido para poder sacar esperanza para nosotros mismos. ------------------------------- Es posible que nuestra nación ha entrado en un tiempo de sufrimiento y calamidad. ------------------------------- Yo creo que nuestra nación esta cayendo rápidamente en un periodo de problemas que van más allá de toda comprensión, un tiempo como el mundo nunca ha visto. Ahora mismo, problema sobre problema se esta amontonando en las vidas de muchos cristianos maravillosos y devotos. Algunos han perdido su trabajo en la reciente moderación económica. Otros han estado sin trabajo por semanas o meses. Como Job, un sinnúmero de creyentes dedicados son despojados. Y nada de lo que han experimentado en sus años anteriores los ha preparado para tal penuria. Además, muchos matrimonios cristianos están siendo probados. Familias están bajo presiones increíbles, enfrentando angustias de todas clases. La gente joven se pierde a la locura de la hora. Y encima de todos estos desastres domésticos, nuestra riqueza nacional y personal se esta desvaneciendo. Nuestra salud también va en declive, mientras que nuevas enfermedades afligen tanto a los jóvenes como a los viejos. Mientras observamos los problemas que se amontonan a nuestro alrededor, nos encontramos mirando de un montón de cenizas de desesperación. Al mirar el futuro puede ser un prospecto muy temeroso. Todo lo que podemos ver son más incertidumbres, temores y crisis. Como Job, nuestros corazones pueden gritar: “¿Qué vamos a hacer? ¿Por qué todas estas cosas les suceden a fieles siervos de Dios? ¿Por qué el Señor no interviene y detiene esto?” Pero aun así, lo que vemos que le sucede a nuestra generación es exactamente lo que le paso a Job. Y podemos aprender mucho al examinar su historia. ------------------------------- Como Dios saco a Job de su aflicción, él nos sacara de la nuestra. ------------------------------- En los días venideros, no podemos dejar que nuestra esperanza descanse en mantenernos a salvo dentro de algún capullo acogedor de comodidad. Eso es una ilusión. Simplemente, no va a suceder para nadie. Como todos los demás, los cristianos van a ver problemas a cada lado. Sin embargo, podemos estar seguros de esto: nuestro Padre celestial será fiel para librarnos a través de nuestras aflicciones, como lo hizo por Job. Escucho esta verdad predicada desde pulpitos por toda América. Es proclamada por ministros que Dios ha levantado como voces proféticas en estos últimos días. Estos pastores fieles han determinado preparar al pueblo del Señor para lo que viene. Y ahora, mientras cientos de tales pastores se reúnen para orar en varias ciudades, ellos están escuchando reportes similares los unos de los otros: “Nunca tantas de mis ovejas han sido tan profundamente probadas. Algo se ha desatado en la tierra estos últimos meses. Muchos de los hombres y mujeres piadosos que conozco han caído bajo una inundación de problemas, penurias, sufrimiento y tristeza.” “Solo escucha lo que sus lideres están enseñando. Ellos les están diciendo a la gente que no necesitan sufrir. Ellos declaran que toda cosa material es para ellos tomarla. Te desafió ahora, Dios: baja tu muro de protección alrededor de tu pueblo. Entrégamelos por un corto tiempo; pondré a prueba a todos tus seguidores engordados. “Tu sabes bien que esta generación ha sido consentida como ninguna otra. Si tan solo me permites cernirlos, veras por ti mismo que no te quedara remanente. Los azotaré con flechas ardientes de tentación, los llevaré a la pobreza, y derramaré un espíritu de desesperación sobre ellos. Entonces veras a todos tus seguidores mimados darse por vencidos. Te aseguro, Dios, se desmoronaran y se darán por vencidos dentro de la primera hora. En la tierra ya no quedan Job como parte de tu cuerpo. Todos son debiluchos espirituales.” ------------------------------- En el Libro de Apocalipsis, Juan describe una escena que yo creo esta tomando lugar ahora mismo. ------------------------------- El apóstol Juan escriba proféticamente, “¡Ay de los moradores de la tierra y del mar!, Porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.” (Ap. 12:12). Hoy, mientras el diablo trae ayes indescriptibles sobre humanidad, mucha gente esta llorando en total confusión, como hizo Job. Por supuesto, como hijos de Dios, sabemos que Satanás no puede tocarnos. Eso solamente sucede si nuestro Señor decide bajar su muro de protección y permitirle al diablo que nos pruebe. In mi opinión, eso es exactamente lo que esta pasando ahora mismo, a través de la iglesia de Jesucristo. La Biblia nos advierte muy claramente que en estos últimos días, Dios pondrá a su pueblo por un fuego purificador. Y ahora, mientras enfrentamos problema sobre problema, no puedo enfatizarlo lo suficiente cuan importante es para nosotros poner nuestra confianza en el Señor, a través de cada prueba. Por supuesto, este no fue el consejo que Job escuchó. Cuando este hombre sufrido estuvo en su punto mas bajo, él fue asediado por críticos haciéndose pasar por consejeros. Estos mal-llamado amigos solo desanimaron mas a Job. Ellos le acusaron de tener pecado escondido en su vida, y le animaron a arrepentirse. Sin embargo, el Señor le reveló a Job que estas palabras acusadoras de estos hombres eran solo necedad. Quiero dar una advertencia ahora mismo a cada cristiano que no esta sufriendo pero que conoce a un hermano o hermana que lo esta. A lo mejor tu tienes un amigo creyente que esta desempleado, sin oportunidad de trabajo a la vista. O quizás, una calamidad repentina ha azotado el hogar de tu amigo. O quizás tu amigo es inundado con problema tras problema, sin fin. Mi advertencia a ti es esta: Es algo malvado mal representar al Señor a aquellos que están sufriendo. Por lo tanto, cuando ves a tal persona desanimada por tus pruebas, no lo juzgues. Solo Dios puede ver en el corazón de esa persona y sabe sí el pecado esta alojado allí. Así que, ten cuidado de no añadirle tristezas a tu hermano. En vez de eso, pon tu brazo alrededor de él y anímalo. Déjale saber que te interesas por él, con el mismo amor de Cristo. Si tu amigo llora, llora con él. Si se entristece, entristécete con él. Eso es verdadero consejo piadoso, porque sale directamente de la Palabra de Dios. Y pídele al Señor que te de su propio corazón de compasión por su pueblo afligido. Después de todo, tu puedes ser el próximo en enfrentar el horno de aflicción. ------------------------------- Nuestros sufrimientos presentes producen una de dos cosas: endurecimiento de corazón y un espíritu de incredulidad, o una visión gloriosa del control de Dios en todo lo que nos concierne. ------------------------------- Quizás ahora mismo estas sufriendo por una prueba atormentadora. Pero, tu sabes que la razón tras ella no es que Dios esta tratando con pecado en tu vida. Así, que te preguntas, ¿por qué el Señor esta permitiendo que soportes tan horrible dolor? Puede ser que el horno de tu aflicción es para llevarte a una revelación que cambie tu vida. Esto es exactamente lo que le paso a Job. En medio de su sufrimiento, Job hizo un descubrimiento increíble: a pesar de su conocimiento puro de Dios, el realmente no conocía al Señor. El confeso: “De oídas te conocía, mas ahora mis ojos te ven. Por eso me aborrezco y me arrepiento en polvo y ceniza.” (Job 42:5-6). En el momento que Job experimento esta prueba, él tenia por lo menos 70 años. Y conocía de Dios toda su vida. En algún momento, Job erigió un altar al Señor, donde él pasaba muchas horas reverentes orando y adorando a Dios. Por años, Dios le había enseñado sus caminos y misterios. Job fue enseñado acerca de las consolaciones del Señor, su santidad, su carácter, su naturaleza y su ira. Y él había aprendido acerca de la majestad del poder y sabiduría de Dios. Pero, cuando la crisis perturbadora vino sobre Job, el no pudo ver al Señor en ella. Al contrario, Dios se convirtió para él nada más que un vago termino teológico. El Señor que había sido tan parte de su vida cotidiana ahora parecía ausente de todo lo que Job estaba pasando. De repente, Dios solo parecía una serie de sermones, una palabra muerta, un conocimiento sin poder o vida en él. Yo creo que esto es lo que el Señor quería sacar a la superficie todo el tiempo en la vida de Job. Ves, nuestro amante Padre quiere que sus hijos lo conozcan más profundamente que a través de servicios de adoración, estudio Bíblico o tiempo de oración. Él quiere que lo conozcamos íntimamente, en cada aspecto de nuestras vidas. Y eso incluye nuestras pruebas y sufrimientos más profundos. Nuestro Señor ansia ser para nosotros mas que un Dios de una teología de letra muerta, especialmente en nuestros tiempos de dolor. Él quiere que lo conozcamos como un Padre que es omnisciente, siempre cerca de nosotros, llevando todo en control total, en el mismo hueco de su mano. Pero el triste hecho es que muchos cristianos han edificado su casa de fe sobre las arenas del bienestar y la bendición. Y trágicamente, cuando las tormentas de la prueba y el sufrimiento llegan, esos creyentes serán completamente disipados. Ya veo a fieles hombres y mujeres que son derribados por calamidades que han caído sobre ellos repentinamente. Ellos nunca aprendieron el papel que juega el sufrimiento en la vida de cada seguidor de Jesús. En vez de eso, se les enseño que porque creen en Dios, se merecen una existencia prospera y libre de dolor. Ellos piensan que su oración debe ser contestada inmediatamente, sin prueba alguna. Sin embargo, la Biblia nunca dice que el Señor nos guardara de aflicciones. Al contrario, dice que el nos sacara de ellas. Y eso es exactamente lo que Dios hizo para Job. De repente, un torbellino se apareció ante Job, representando pruebas y sufrimientos. Y de en medio de ese torbellino sobrenatural, el Señor le reveló a Job como levantarse por encima de sus problemas. ¿Cómo hizo esto el Señor? Él obligó a su siervo a mirar los rostros de dos temibles monstruos: el poderoso hipopótamo y el cocodrilo con apariencia de serpiente. Dios le dijo a Job: “Ahí está el behemot: [el hipopótamo], yo lo creé, lo mismo que a ti.” (Job 40:15) “¿Pescarás tú al leviatán [el cocodrilo] con un anzuelo? O sujetándole la lengua con una cuerda?” (41:1). ------------------------------- ¿Por qué Dios comenzaría su revelación haciendo que Job considere estos dos monstruos masivos? ------------------------------- Primero, el Señor propuso este problema a su siervo: “Mira Job, tras de ti viene el hipopótamo. ¿Qué vas a hacer? ¿Puedes vencerlo con tu fuerza física? ¿No? Quizás puedes tratar de convencerlo con palabras dulces. “Ahora, mira al cocodrilo que te amenaza. ¿Cómo lo va a manejar? ¿Simplemente caminaras hacia él y pondrás una soga por su nariz? Dime, ¿tienes la fuerza para abrir sus masivas mandíbulas y mirar sus dientes? Por supuesto que no. Este animal tiene un corazón de piedra. El no tiene concepto de la misericordia.” No te equivoques: esto era algo más que una simple lección del reino animal. Más bien, Dios le estaba diciendo a Job algo acerca de los “monstruos” de la vida. El le estaba mostrando a su siervo que estos dos animales temibles, feroces y poderosos representaban los problemas monstruosos que rugían en la vida de Job. El Señor estaba señalándole a Job: “Si tu crees que puedes luchar contra estos dos animales masivos, estas terriblemente equivocado. No importa cuanto trates, nunca ganaras. Y te aseguro, nunca olvidaras la lucha. “Considera el hipopótamo. Él pisotea todo a su vista. El simplemente es un problema demasiado grande para que tú lo manejes, Job. Así que dime, ¿cómo puedes luchar contra este? ¿Le tiraras un laso, o lo sobornaras con una medida de maíz? No, tú no eres partido para el de ninguna manera. Nada de lo que puedas hacer lo domara. Solo Yo, el Señor, conozco como detener a tal monstruosidad. “¿Y que del cocodrilo, Job? Esos dientes afilados que ves en su mandíbula son los mismos dientes demoníacos que Satanás te ha mostrado en tu prueba. Ningún ser humano puede batallar con tal animal. Y nadie en su propia fuerza puede despojar al cocodrilo de su gruesa armadura. Lo mismo es cierto de tu enemigo espiritual, el diablo. Solo yo puedo ganar la batalla con él.” ¿Puedes escuchar lo que Dios esta diciendo en su discurso? El no le esta hablando solamente a Job, sino a todos los creyentes. Y él esta declarando: Enfrenta la verdad acerca de los monstruos de tu vida. Tú no puedes con ellos. Yo soy el único que puedo. En este momento, me imagino que se enciende una pequeña luz en la cabeza de Job. Debió darse cuenta, “Estos monstruos que el Señor me esta mostrando son todos mis problemas. Y nunca podré luchar contra ellos y vencerlos. “Todo este tiempo, he estado sentado sobre esta ceniza, tratando de averiguar por que Dios ha permitido que estos monstruosos problemas vengan contra mí. He estado tratando de encontrar la manera de vencerlos y ahuyentarlos. Pero lo cierto es, he olvidado que mi Dios puede hacerlo todo. Y él va a pelear por mí.” Ahora las palabras de Job sonaban diferentes. La Escritura nos dice, “Respondió Job a Jehová y dijo: «Yo reconozco que todo lo puedes y que no hay pensamiento que te sea oculto.” (Job 42:1-2). Job estaba diciendo, en esencia: “Mi Dios es poderoso. El puede hacer todas las cosas. Y ningún propósito suyo puede ser frustrado. Por lo tanto, yo sé que mi no esta fuera de orden. Dios tiene un plan detrás de todo mi sufrimiento. “Yo sé que mi Señor esta parado por encima de mí ahora mismo, con la espada en su mano para defenderme. Y él me va a librar el momento exacto y propicio. Ningún hombre o monstruo puede cambiar su mente o afectar su plan. El absolutamente hará su voluntad. Yo sé que no puedo contra el hipopótamo o el cocodrilo. Pero eso no importa. Yo sé que Dios puede. Mi parte es simplemente estar quieto y ver la salvación del Señor.” ------------------------------- Yo aprendí esta misma lección años atrás, cuando trabajaba con el ministerio Reto Juvenil. ------------------------------- En mis primeros años en el ministerio, pase días enteros caminando por las calles de la ciudad de Nueva York, predicándole a adictos a drogas y miembros de pandillas. Después de un tiempo, me sentí agotado, quebrantado en cuerpo y alma. Tanto fue así que desarrolle una enfermedad y me tuvieron que hospitaliza por seis semanas. En cierto momento, un crecimiento se desarrollo en mi garganta. No podía beber ni tragar. A veces no podía ni respirar. Pronto mi peso cayó bajo las 115 libras. No había manera que yo pudiera viajar, y esa era la manera como yo recaudaba fondos para el ministerio. Así que ahora, mientras mi estadía en el hospital se alargaba, los fondos del ministerio comenzaron a menguar. Pronto pareció como que el fin estaba cerca para nuestro ministerio a los adictos a drogas y alcohólicos. El viejo cocodrilo esta mostrando sus dientes. Y ahora, mientras estaba sobre mis espaldas en el hospital, estaba mas que irritado con Dios. La gente venia a visitarme, pero no encontraba consuelo en su compañía; ellos solo me ponían nervioso. En efecto, pronto comencé a sentirme como Job. Por lo menos tres personas vinieron a mi habitación a darme una “palabra del Señor” que solo me deprimió. Finalmente, una noche, clame a Dios en desesperación. Rogué: “Señor, me doy por vencido. No puede luchar con esto. Me doy cuenta que todo este asunto esta en tus manos. Tendré que confiar en ti. Solo tengo que pedirte una cosa. Si tu quieres cerrar las puertas de este ministerio, eso es asunto tuyo. Pero, por favor, Señor, saca esta cosa de mi garganta.” Dentro de una hora, tosí y un tumor del tamaño de una nuez de nogal salió de mi garganta. Y de repente, en ese breve tiempo, estuve bien otra vez. Salí del hospital al poco tiempo y comencé a recuperar mi fortaleza física. Cuando regrese a las oficinas de Reto Juvenil, descubrí que mientras estuve enfermo el ministerio sobrevivió. Todavía no se como el Señor hizo esto. Ciertamente no fue a través de algún gran cheque misterioso que yo esperaba. Y el hecho es que mientras estuve enfermo, el personal del ministerio comenzó a confiar en el Señor en vez de mirarme a mí. Yo creo que eso es lo que Dios quiso lograr todo el tiempo. Ves, nuestros problemas en la vida no son tan solo accidentes imprevistos. No importa lo que enfrentemos, o cuan profundo llegan nuestros dolores, Dios esta justo en el blanco a través de todo. Y él esta a tiempo para pelear contra nuestros monstruos. A veces, pensamos que el diablo entro e interrumpió el plan de Dios. Pero ese nunca es el caso. Nuestro Padre siempre tiene todo bajo su control. Y él va aguantar todo lo que Satanás quiere para mal y lo va a volver para nuestro bien. Cuando estamos en medio de una prueba, tenemos que quitar los ojos de los monstruos. En esos tiempos, necesitamos animarnos, diciendo: “Mi Dios puede hacer cualquier cosa; y el no se ha olvidado de mí. Él tiene sus ojos sobre mí ahora mismo, mientras soporto esta horrible prueba. Y yo sé que no importa cuan malo parezcan las cosas, él tiene todo bajo control. Nadie, y ningún poder, puede cambiar los planes que él tiene para mí. Quizás estas desanimado ahora mismo, pensando: “No veo salida de mi problema. ¿Algún día saldré de esta ardiente prueba? ¿O, mi sufrimiento seguirá hasta que Jesús regrese? Señor, ¿podré regocijarme nuevamente?” Esta es la respuesta de Dios para ti: “Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin que le dio el Señor, porque el Señor es muy misericordioso y compasivo.” (Santiago 5:11). “Cuando Job hubo orado por sus amigos, Jehová le quitó la aflicción; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job.” (Job 42:10). Puede que no dupliques lo que perdiste, como Job. Pero tendrás algo mayor; tendrás un conocimiento profundo de que Dios esta en control de tu vida. Su amor por ti ya no será solo un concepto teológico. Al contrario, conocerás su liberación profundamente, en una forma personal. Y nunca más temerás a cualquier adversario o penuria. ¿Por qué? Saldrás de tu prueba más que vencedor, sentado en lugares celestiales con Cristo Jesús. Ahora mismo, como Job al comienzo de su prueba, puede que solo conozcas a Dios de oídas, a través de sermones y estudios Bíblicos. Eso es bueno, porque la Escritura nos dice que es exactamente de ahí de donde sale nuestra fe: escuchando la Palabra de Dios. Pero, ahora Dios quiere que le veas a él también. Él quiere que desarrolles una confianza absoluta en que él tiene un plan divino diseñado para tu vida. Y su propósito eterno no puede ser frustrado por cualquier diablo en el infierno, ni por cualquier monstruo que aparezca en nuestro camino. Entonces, en medio de tu mayor prueba, podrás testificar de la bondad de Dios, como lo hizo Job. Y citaras confiadamente esta gran declaración de fe: “Aunque él me mate, en él esperaré.” (Job 13:15). --- Usado con permiso por World Challenge, P. O. Box 260, Lindale, TX 75771, USA. ¿Fue este mensaje de bendición para usted? Entonces compártalo con un amigo. 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