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Ayudantes en oracin.
(Helpers in Prayer)


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Por David Wilkerson
4 de octubre de 1999
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La oracin a menudo es una de las reas ms egostas en la vida del cristiano. Cuando lo piensas bien, la mayor parte de nuestras oraciones se enfocan en nuestras necesidades. Los dos temas centrales de nuestra intercesin son nuestro crecimiento espiritual y las necesidades de nuestra familia y amistades.

Ocasionalmente, puede que alcanzemos ms all de nuestros intereses y oremos por los dems. Sin embargo, usualmente cuando decimos, Orar por ti, no lo hacemos. O si no, oramos por ellos una vez y luego nos olvidamos rpidamente de su necesidad.

Recientemente, he estado examinando mi vida de oracin a la luz de las escrituras. Fui redarguido por la estrechez y limitaciones de mis propias oraciones. Como muchos creyentes, paso gran parte de mi tiempo buscando el rostro del Seor acerca de m caminar con l. Clamo a l por santidad, por dominio sobre el pecado, para ser ms como l, para recibir direccin para la vida, para tener su uncin en mi ministerio. Y disfruto de dulce comunin con l, adorndole calladamente y siendo refrescado en su presencia.

Tambien intercedo diariamente por mi familia. Pido al Seor que proteja a mis hijos de las acechanzas del diablo que haga a mis hijos como rboles plantados a los rios de Dios, que haga a mis hijas como piedras pulidas en su palacio, y que haga de todos mis nietos amantes de Jess. Tambien oro por los asuntos y preocupaciones del cuerpo de Cristo en nuestra iglesia. Intercedo por individuos que estan en crisis y por los tantos misioneros y ministerios que apoyamos.

Dirs, Eso es de elogiar, hermano David. Nos conforta saber que est separado con el Seor, en comunin con l y orando por todas esas necesidades.

Pero segn la palabra de Dios, dulce comunin no es suficiente. S, es el secreto para el crecimiento espiritual; y no podemos tener mayor experiencia en la tierra; pero si vamos al trono solo para nuestra edificacin y necesidades personales, somos egostas. Sencillamente, no podemos descuidar de orar seriamente por las grandes necesidades a nuestro alrededor.

Recientemente, nuestro ministerio se enter de un precioso anciano en San Diego. Este amado santo dijo que Dios le haba puesto que orara por mi diariamente, y me pidi si poda aadir mi nombre a su lista de oracin. Aparentemente, los que reciben la intercesin de este hombre incluye una larga lista de viudas, personas pobres, ministros y los inconversos. Y l ha orado por aos por ellos.

Este hombre es un cartero retirado, y lleva una vida sencilla, viviendo de una sola comida al da. El se pasa el tiempo haciendo buenas obras por los dems y en comunin con el Seor todo el da. l maneja su auto por la ciudad recojiendo muebles viejos y otros rticulos que son tirados como basura, y los repara y se los da a las viudas y a los pobres. Tambien hace compras y diligencias para los invlidos, arregla plomera y ayuda en otras necesidades.

Todo el tiempo que este hombre hace estas buenas obras, ora sin cesar, intercediendo fielmente por todos en su lista. En efecto, el solamente borra sus nombres cuando mueren.

Ahora bien, yo he sido un hombre de oracin desde que fui llamado a predicar a los de ocho aos de edad. Pero an con todaslas oraciones fervientes que he hecho a travs de los aos, este hombre santo me pone en vergenza. Yo no tengo una lista de personas necesitadas por quienes oro diariamente, como l. Usualmente, oro por alguien una o dos veces y sigo adelante. Pero l sigue orando.

Creo que el premio en gloria de este hombre ser ms grande que el mio. l es como la viuda que dio lo poco que tena, pero su ofrenda vala ms que las ofrendas de los dems. Mientras pienso en todas las almas que Dios ha permitido que los evangelistas siegen al reino, inmediatamente pienso en la increble ayuda de las oraciones de personas como este hombre.

Este mensaje se trata acerca de cmo desarrollar esa clase de vida de oracin bendecidapara realmente ser un ayudante en oracin.


Pablo enfatiz que fue librado de problemas
de muerteno por su fe, sino por medio de
las oraciones de ayudantes.


Porque hermanos, no queremos que ignoris de nuestra tribulacin que nos fu hecha en Asia; que sobremanera fuimos cargados sobre nuestras fuerzas de tal manera que estuvisemos en duda de la vida. (2 Corintios 1:8). La palabra griega para cargados en este pasaje significa, cargados pesadamente, gravemente exprimidos. Pablo le estaba diciendo a estos santos, Nuestra crisis fue tan seria, que casi nos exprime horriblemente. Estaba ms all de mis fuerzas, ms de lo que poda soportar. Pens que era el fin para m.

Cuando Pablo dice que estaba tan cargado que se desesper por la vida, sabemos que realmente haba llegado al final. En otros pasajes, l no le da importancia a sus sufrimientos. Recordars como l simplemente sacudi la culebra venenosa que se le haba pegado a la mano. Tambien sufri naufragio tres veces sin embargo, l menciona este hecho de paso, para llegar a un punto. Pablo fue golpeado, robado, apedreado, encarcelado sin embargo, a travs de todo nunca se quej.

En este pasaje, sin embargo, el apstol estaba agotado, al punto de cansancio total de algn tipo. Yo creo que este problema que l soport fue angustia mental. No podemos saber con exactitud cul era el problema de Pablo pero 2 Corintios 7:5 nos da una idea: Porque an cuando vinimos a Macedonia, ningn reposo tuvo nuestra carne; antes, en todo fuimos atribulados: de fuera, cuestiones; de dentro, temores.

Creo que Pablo se estaba refiriendo al dolor causado por las ovejas a las cuales ministraba. Falsos maestros se haban levantado en Corinto y trataron de ponerlos en contra suya. Ahora Pablo tema que su rebao rechazara su mensaje y siguieran a hombres que tenan inters en el bienestar de ellos.

Fue consolado cuando Tito lleg, trayndole buenas noticias de sus hijos amados en Corinto. Pablo escribe: Mas Dios, nos consol con la venida de Tito: y no slo con su venida, sino tambin con la consolacin con que l fu consolado acerca de vosotros, hacindonos saber vuestro deseo grande, vuestro lloro, vuestro celo por m, para que as me gozase ms. (versos 6-7)

Muchos creyentes hoy en da sufren como Pablo. Su mayor angustia es mental, causada por el maltrato de aquellos que ms amaron y ayudaron. Vemos esto reflejado en los muchos salmos de David. El se entristeca por amistades que estaban contra l sin causa, personas que l haba alimentado y por los cuales haba provisto por su propia cuenta.

Yo he sentido este tipo de angustia en mi vida. A veces, las palabras de personas que he amado y ayudado fueron como cuchillos en mi espalda. Puedo decir con David, Ablandan ms que manteca su boca, pero guerra hay en su corazn: suavizan sus palabras ms que el aceite, mas ellas son cuchillos. (Salmo 55:21). En tiempos problemticos como estos, es cuando ms he necesitado oraciones de ayudantes.


En medio de sus problemas,
Pablo aprendi grandes lecciones.


La leccin ms significativa que Pablo aprendi en su angustia era que tena que volverse al Seor y sus promesas de Pacto. l saba que no poda confiar ms en su propia carne, abilidades o esfuerzos. l escribe: Mas nosotros tuvimos en nosotros mismos respuesta de muerte, para que no confiemos en nosotros mismos, sino en Dios que levanta los muertos (2 Cor. 1:9).

La prueba de Pablo lo haba llevado al final de sus fuerzas. l saba que no tena fuerza para pelear contra los poderes de las tinieblas. Asi que l sentenci su propia carne a muerte. Y Dios lo libert de manera maravillosa: El cual nos libr y libra de tanta muerte; en el cual esperamos que aun nos librar (verso 10).

Cmo fue Pablo librado? Esto implicaba varias cosas: primero, l fue un poderoso hombre de oracin. Y segundo, l tena gran confianza en el Seor. Pablo saba que Dios mantendra sus promesas de Pacto. l pudo decir: Como el Seor me libr en el pasado, l est obrando librndome de esta prueba presente. Desde ahora y hasta el da de mi muerte, vivir bajo su poder libertador.

Como a Pablo, tambien no es permitido pasar por tiempos de pruebas, para que muramos a nuestra confianza en nuestra abilidad humana. El Seor permite que seamos oprimidos, hechos impotents y dbiles, en un esfuerzo por convencernos que no podemos vencer al enemigo por ningn esfuerzo humano.

Sin embargo, al comparar nuestras vidas con la de Pablo, podemos ser tentados a pensar, Nunca obtendr la clase de liberacin que este hombre disfrut. l estaba bien educado en las escrituras. l recibi gran revelacin del Seor acerca de Jess, el evangelio, y el Nuevo Pacto. Hasta lleg al cielo.

Y Pablo ministr en el poder y demostracin del Espritu Santo. Sin ayuda estremeci ciudades y naciones. No pudo ser matado por el diablo, an despus de ser apedreado, atacado, y pasar por tres naufragios. Dios hasta lo us para levantar a los muertos. Este hombre era uno de los siervos ms ungidos de Dios en toda la historia. l lo tena todo espiritualmente.

Segn Pablo, no es as. El apstol nos dice que haba otro factor importante en su liberacin: la poderosa intecesin de los ayudantes en oracin. Ayudndonos tambin vosotros con oracin por nosotros (verso 11). Pablo estaba diciendo, Estoy confiado que Dios me libertar. Y ustedes estan ayudando a que esto tome lugar al orar.

Quizs pienses, Por qu Pablo necesita la ayuda de alguien por medio de la oracin? l tena una fe tan fuerte, tan increble poder con Dios, sus propias oraciones debieron ser suficientes.

No, de ninguna manera. Pablo reconoci su necesidad desesperada por ayudantes en oracin. Aqu est un hombre que saba muy bien que su salvacin era totalmente del Seorque Dios era fiel a sus promesas de pacto.que el Seor sera Dios para l, su escudo de proteccin, su libertador de todo enemigo. Mas Pablo tambien saba que Dios orden la oracin como su medio subordinado de liberacin.

Segn la Biblia, la oracin y liberacin son inseparables. Dios nos dice, Invcame en el da de la angustia; yo te librar y t me honrars. (Salmo 50:15). Me invocar, y yo le responder: con l estare yo en la angustia: lo librar, y le glorificar (91:15).

Pablo saba que era a travs de las oraciones -- tanto las suyas como las de los ayudantes en oracin que fue librado de la boca del len. El se jactaba: Y el Seor me librar de toda obra mala, y me preservar para su reino celestial (2 Tim. 4:18). l nos est diciendo, Fui libertado y seguir siendo preservado, hasta que Jess vuelva porque la iglesia de Jesucristo est orando por m.


Una de las necesidades ms grandes en
el cuerpo de Cristo hoy en da es este
ministerio de ayudante en oracin.


Como dvotos siervos del Seor, estamos en peligro constante del enemigo. Nuestro amor no comprometido por Jess es una amenaza a todo el infierno. No podemos tomar ninguna obra santa sin que Satans ponga toda clase de lazos y trampas para nosotros.

Uno de estos peligros es tomado a la ligera en la iglesia. Ese peligro es la separacin o divorcio de parejas cristianas. Estoy absolutamente asombrado por el sin nmero de llamadas y cartas que recibe nuestro ministerio acerca de matrimonios en ruinas.

Recientemente, una consejera matrimonial que conozco del sur de los EEUU me llam consternada. Ella dijo: Dondequiera que miro en nuestra iglesia, las parejas se estan separando. Casi todas mis amistades se estan divorciando o lo estan considerando. Literalmente, es una plaga en el cuerpo de Cristo ahora mismo.

Escucho toda clase de razonas por el desorden en hogares cristianos: incompatibilidad, falta de comunicacin, prdida de afecto, infidelidad. Pero en realidad, se trata de algo ms que eso. Detrs de todo, est un ataque del infierno contra los santos de Dios.

Hogares rotos entre inconversos no es un misterio. Pero entre los justos, tal desorden tiene una causa. Pinsalo cmo puede que cristianos dedicados que han estado escuchando predicacin santa por aos pierdan la autoridad en sus hogares? Ellos conocen muy bien el juramento de Dios en su pacto de ser su fortaleza. Ellos saben que l promete destruir cada poder satnico que venga contra ellos. Asi que, por qu el diablo est prevaleciendo? Por qu su matrimonio est bajo constante amenaza?

Creo que es porque uno o ambos en la pareja han abierto la puerta al engao satnico. Han permitido algn compromiso en sus vidas, o estan espiritualmente vagos. Y ahora un demonio enfurecido ha obtenido una fortaleza en sus corazones y hogar.

Si estas bajo ataque como este, debes preguntar lo que los discpulos preguntaron: Maestro, por qu no pudimos echar fuera a esos demonios? Jess contest que ciertas ataduras satnicas no responderan a la imposicin de manos o una oracin a medias. Estas fortalezas estan arraigadas tan profundamente, que la nica forma de echarlas fuera es a travs de oracin y ayuno prolongado.

Sin embargo, la iglesia de hoy est en un estupor con relacin al poder de la oracin. Un velo a caido sobre los ojos de miles. Y ahora, cada vez que confrontan problemas, el ltimo a quien van es a Jess. Han abandonado la habitacin secreta. Y en cambio se vuelven a la psicologa, consejeros, libros, amigos a todo, menos al Seor.

Si dices que tu matrimonio est arruinado y quieres que sea sanado, tengo que preguntarte cunto tiempo pasas a solas con Dios? Cuntas veces has apagado el televisor por una hora para sentarte ante Jess y descargar tu alma? Cuntas comidas has dejado para ayunar por tu matrimonio? Cuntas veces has clamado, Padre, no puedo con esto? Tu tienes que obrar por nosotros. Haz lo que tengas que hacer para sanarnos.

Algunos maestros Bblicos dicen que es incredulidad hacer el mismo pedido una y otra vez ante Dios. No esa es una hereja infame. Y ha debilitado la fe de multitudes. Dios nos manda a pedir, buscar, ayunar a que clamames en suplicaciones eficaces y fervorosas.

Desde el mismo principio, siervos verdaderos han cambiado las promesas de Dios en oraciones:

  • Jess saba que su padre le haba prometido todas las cosas antes de la fundacin del mundo an as Cristo pas horas orando para que la voluntad de Dios se cumpliera en la tierra. l hasta hizo una parbola ilustrando la persistencia en la oracin. Se trataba de la viuda inoportuna la cual segua demandando justicia de un juez hasta que la consigui.
  • Dios le dio maravillosas profecas a Ezequiel acerca de la restauracin de Israel, prometiendo que las ruinas de la nacin seran como el Jardn del Eden. An as el Seor dijo que su palabra no se cumplira sin oracin: An ser solicitado de la casa de Israel, para hacerles esto (Ezequiel 36:37). En otras palabras: Te hice una promesa pero quiero que ores por su cumplimiento. Bscame con todo tu corazn, hasta que la veas cumplida. Yo lo har pero primero tienes que pedir.
  • Dios le prometi a Daniel que despus de setenta aos Israel sera restaurada. Y cuando Daniel vio que el ao sealado habia llegado, el pudo haber esperado en fe para que Dios cumpliera su palabra. Pero al contrario, ese santo hombre cay sobre su rostro y or por dos semanas hasta ver al Seor cumplir todo lo que haba prometido.


Dios nos manda a orar los unos por los otros
(ver Santiago 5:14-16).


En el Antiguo Testamento, los sacerdotes de Israel llevaban los nombres de todas las tribus de Israel sobre su coraza. Esto significaba que las necesidades del pueblo eran llevadas contnuamente en el corazn del sacerdote en oracin. Para los cristianos de hoy, esto ofrece una imgen maravillosa de Cristo llevndonos en su corazn y presentando nuestras necesidades al padre. Mas an, cada cristiano en la actualidad es un sacerdote al Seor. Y debemos siempre llevar las necesidades de los dems en nuestros corazones.

Pablo estaba tan consciente de su necesidad por las oraciones de los santos, que l rogaba por ayudantes de oracin por todas partes. l le rog a los romanos, Les ruego, hermanos, por nuestro Seor Jesucristo y por el amor del Espritu, que se unan conmigo en esta lucha y que oren a Dios por m. Pdanle que me libre (Ro. 15:30-31). Y le pidi a los tesalonicenses, Hermanos, orad por nosotros. (1 Tes. 5:25).

En griego, la palabra lucha aqui significa luchar conmigo como companero en oracin; pelear por mi en oracin. Pablo no estaba pidiendo una mencin rpida ante el trono. l estaba rogando, Pelea por m en oracin. Haz lucha espiritual tanto por m, como por el evangelio.

Cuando Pablo estaba en la prisin, listo para entregar su vida, les rog a los filipenses por sus oraciones: porque s que, gracias a las oraciones de ustedes y a la ayuda que me da el Espritu de Jesucristo, todo esto resultar en mi liberacin. (Fil. 1:19). Pablos saba que era un hombre marcado que las huestes de Satans estaban dispuestas a destruirlo. Y tal es con cada verdadero ministro del evangelio. Cada pastor, predicador y evangelista necesita ayudantes en oracin quienes intercedan por el contnuamente.

Les aseguro, yo no estaria escribiendo esto hoy si no fuera por los ayudantes en oracin que han estado a mi lado a travs de los aos. Fui recordado de esto recientemente mientras estuve en Europa en unas conferencias de ministros y cruzadas nocturnas. Todo el tiempo, el Espritu de Dios me mantuvo conciente de que era llevado por las oraciones de multitudes de gentes.

En Nice, Francia, los americanos no son muy queridos, en particular evangelistas americanos. Todos se preocupaban por las cruzadas evangelsticas nocturnas, pensando, Se podr llevar a cabo? Francia est rampante con escepticismo, atesmo, agnosticismo, e incredulidad. Y la clase de reunin que planeamos nunca haba sido tratada antes.

Cuando lleg la hora, miles se habian reunido. Sin embargo, entonces fue cuando comenz a sentirme incapacitado No saba qu predicar. Ningn mensaje parecia apropiado de los cuales tena bosquejo. Mi interprete y yo habamos revisado algunas notas de antemano, pero no estaba seguro que eran apropiadas para la reunin. Le advert, no estoy seguro de lo que voy a decir.

Cuando pas al podio, no obstante, el Espritu cay sobre m poderosamente. Sent las oraciones de miles de santos respaldndome. Y mientras comenz a hablar, el Espritu Santo llen mi boca. Prediqu por cuarenta minutos, y todo el tiempo se poda escuchar un alfiler caer al piso. Cuando termin, simplemente dije, Si necesitas a Jess, por favor pasa al frente. Cientos de personas se pusieron de pies como respuesta.

Lo mismo sucedi en todos los otros paises donde ministre Croasia, Romania, Polonia, en todas partes. Or de antemano, Seor, qu digo? Y cada vez, el Espritu me susurraba, El pueblo est orando. Estoy convencido que el poder de la oracin era la fuerza detrs de muchas decisiones por salvacin de las que fuimos testigos en ese viaje.

Esta es la manera como el poder de la oracin de ayuda trajo dulce liberacin a nuestra congregacin recientemente: Teresa Conlon, la esposa de nuestro pastor asociado, manejaba con sus padres en Maine recientemente cuando de repente un alce sali al camino. El carro le dio al animal y este vol a travs del parabrisas. El carro qued hecho aicospero, alabado sea Dios, los tres pasajeros salieron sin un rasguo.

Cuando mencion este suceso durante nuestro prximo servicio de adoracin, se me acerc una dedicada intercesora de nuestra congregacin. La mujer temblaba mientras me contaba, Pastor, anoche antes del acidente, el Espritu Santo me puso una carga para que intercediera por la esposa del hermano Conlon. Fui dirijida a orar por su proteccin y liberacin de cualquier juego sucio de Satans. Yo no saba del acidente hasta que usted lo mencion ahora.

Cuando tu tomas el ministerio de ayudante en oracin, Dios te despertar con la carga de orar por otros. Y l te dirijira en forma maravillosa en tu oracin por ellos.


Cuntos ministros podan haberse librado
de la ruina si hubiesen tenido ayudantes en
oracin luchando por su liberacin?


Recientemente escrib acerca de la esposa de un pastor que dej un mensaje penoso en la mquina contestadora de nuestro ministerio. Ella dijo en una forma poco clara, Hermano David, miles de las esposas de predicadores beben en secreto para cubrir su dolor. Eso es lo que yo hago. Bebo para adormecer el dolor. Otras esposas de ministros escriben de sus matrimonies en ruinas o de las adicciones de sus esposos a la pornografa por el internet.

Amados, estas son las personas que estoy ayudando en oracin. Oro por ministros y sus familias, porque yo s que lo necesitan ms que nadie. Yo no ignoro las peticiones de nadie. He aprendido de primera mano que los ayudantes de oracin dan resultado. Las escrituras dicen que cuando el apstol Pedro estaba atado en la carcel: y la iglesia haca sin cesar oracin a Dios por l. (Hch. 12:5). Y Dios libert a Pedro con un milagro.

Pablo no tan solo pidi por ayudantes de oracin, sino que tambien era un ayudante. l saba que era parte de su llamado como ministro del evangelio. l escribi a los filipenses: a todos los santos con los obispos y diconos doy gracias a mi Dios en toda memoria de vosotros, siempre en todas mis oraciones haciendo oracin por todos vosotros con gozo, por cuanto os tengo en el corazn (Fil. 1:1-7).

Pablo tambien escribi a los romanos: A todos los que estis en Roma, porque testigo me es Dios, que sin cesar me acuerdo de vosotros siempre en mis oraciones (Ro. 1:7, 9). La palabra me acuerdo aqui significa, Yo recito tu nombre y tus necesidades al Seor. En resmen, Pablo no le peda a otros que hicieran algo que l no estaba dispuesto a hacer.

Ests enterado que el matrimonio de un hermano o hermana est en peligro? Si es as, qu haces? Se lo cuentas a otros, Qu pena estn a punto de separarse. O, mencionas sus nombres al Seor y luchas por ellos en oracin?

Como el precioso anciano en San Diego, un verdadero ayudante de oracin es aquel que ora sin cesar por las necesidades de los dems. El no ora por ellos una sola vez y se detiene. No, l intercede da tras da. Y no se d por vencido hasta que Dios suple la necesidad.

Esto fue ilustrado para mi una vez cuando estuve enfermo en mi cama. Uno de mis nietos entr y anunci, Pap, voy a orar por ti. Mi pequeo ayudante puso sus manos sobre mi cabeza y oro, Jess, snale. Le sonre y le di las gracias. Pero el se qued mirndome. Finalmente, dijo, Eres sanado. Levntate. As que me levant y qued sano. Su oracin de fe me puso de pies.

Una liberacin poderosa toma lugar cuando los santos de Dios le buscan diligentemente con fe de nio por las necesidades de sus hermanos y hermanas. Termino aqui recordando el conmovedor testimonio de Pablo:

nos sentamos como sentenciados a muerte. Pero eso sucedi para que no confiramos en nosotros mismos sino en Dios, que resucita a los muertos. l nos libr y nos librar de tal peligro de muerte. En l tenemos puesta nuestra esperanza, y l seguir librndonos. Mientras tanto, ustedes nos ayudan orando por nosotros. As muchos darn gracias a Dios por nosotros a causa del don que se nos ha concedido en respuesta a tantas oraciones. (2 Corintios 1:9-11).

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